FLIGHT 505 MAD – BUE – 12 Horas de vuelo. Poca actividad, el I-Pod a buen volumen. Arribo, en Madrid son las 4 p.m., en Buenos Aires las 11 a.m., maldito reloj, no coincide con la hora del I-Phone.
Ezeiza, retiro de equipaje, migraciones, taxi, taxi, taxi, tax... siii.
Rumbo a Hostel Colonial, hostel famoso, casa histórica, recepción, check in, llegué dice Meche. Quiero Buenos Aires. Voy a devorarme sus calles, San Telmo, La Boca, Palermo, baja la escalera, un saltito y Billy dice Jelou!.
Rumbo a Hostel Colonial, hostel famoso, casa histórica, recepción, check in, llegué dice Meche. Quiero Buenos Aires. Voy a devorarme sus calles, San Telmo, La Boca, Palermo, baja la escalera, un saltito y Billy dice Jelou!.
Ella no habla inglés, el tampoco español. Ninguno de los dos se parece a un jodido tema de Arjona.
Ella mira y se va, los ojos de él también.
Pasaron horas, el se fumó la tarde, ella bebió un poco de sol.
Pasaron horas, el se fumó la tarde, ella bebió un poco de sol.
Volvieron a mirarse. Cervezas. Música. Noche y plan de mañana.
Ninguno habló de Creamfields.
Mañana. Breakfast. Walk. Obelisco click, Casa Rosada, click, Cabildo, click, click, click.
Se reconocen compañeros de viaje, del propio, sin compartirlo o quizás si, sólo un poco.
Deciden poner fin al tour políticamente correcto, cambio de planes y se dejan engullir por Buenos Aires.
Tango, Dulce de Leche, Maradona, Evita y Gardel, se los perdieron a todos, no los buscaron.
No buscaron encontrarse, simplemente pasó y los días también.
Efímeros. Sin efemérides del trip porteño. Check out. Hasta siempre. Good bye my friend. Sin nostalgias, eso es un bien argentino. MSN? Twitter? Skype? Nada de eso.
Meche llega a Madrid, Billy a Toronto. Nosotros acá. Saudades de esa increíble libertad.
1 comment:
la libertad que te da viajar estilo hostel ¡no se la pierdan!
Post a Comment