
Desde Hostel Colonial, te sugerimos tres grandes "heladerías", como aquí las llamamos, para disfrutar el mejor helado porteño.

Persicco: es una de las heladerías de cadena más famosas de la ciudad. Su dueño manejaba la primer gran heladería premium de la ciudad “Freddo” (que aun existe) y ahora pone toda su experiencia para hacer uno de los mejores dulces. No sólo ofrece helados sino además tentadores postres como la torta de Mouse de chocolate y otras delicatessen. Nuestros sabores preferidos aquí son los frutales: el mango y la frutilla granizada. El local más cercano al Hostel es el de Tucumán y Reconquista, a sólo 1 cuadra.
El Vesuvio: no sólo vale la pena por su buen helado, sino además por ser Sitio de Interés Cultural de la ciudad. Sobre la Av. Corrientes 1181, la familia Cocitore, que introdujo al país la primer máquina manual para fabricar helados, deleita desde comienzos del siglo XX a todo Buenos Aires. Fue visitada por personajes como Gardel, el corredor de F1 Juan Manuel Fangio y Jorge Luis Borges, entre otros. Aparece en un tango (“La última grela”, de Piazzolla y Ferrer) y hoy es, además de una tradicional heladería, un centro cultural. No hay recomendaciones especiales: cualquier sabor es excelente.
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