Laurie es turista en Buenos Aires. Carlos, no, pero bien podría ser un extranjero en su propio país. Se conocieron en Hostel Colonial, Argentina.
Laurita como la adoptamos y apodamos cree moverse bien en ambientes bastante peligrosos, casi tan bien como en la cama.
Carlitos enloqueció con ella, pero en poco tiempo le sacó la ficha, mitómana, maníaca depresiva, muy fácil que perdiera el control. La dejó.
Enloqueció Laurita, fué así que entonces decidió jugar un juego peligroso y su nombre pasó a ser un pseudónimo, muchos: Rob, Tal, Eva, Anónimo, los más usados, los mal usados y en medio de ese virtual anonimato comenzó a hostigar a Carlitos y a los que sabían algo de él.
Se metió con gente a quién no conocía, denostó su trabajo y esfuerzo y eso la complicó, mucho.
Internet es el reino de la anarquía. Afortunadamente no es el reino de la estupidez.
En Internet nadie es anónimo, eso es una afirmación falaz de algún pobre idiota que cree que no podrá ser encontrado, eso dice el Dr. Méndez Reynal, un verdadero especialista en el tema y le creemos.
Carlitos sigue su vida y cada tanto nos visita en Hostel Colonial.
Laurita ya no. Lo que mata es la humedad decía mi abuela. A Laurita la mató la obviedad. Thieves said Laura. Copy & paste and after modify some words is stupid said Carlitos.
El medio no siempre es el mensaje. El miedo tampoco.
Nunca quiso escribir Laurita y contarnos realmente qué pasó entre ellos, si fue cierto todo lo que se dijo, una lástima, blogspot@hostelcolonial.com.ar siempre estuvo a su disposición.
El árbol es grande, pero cuando el sol se mueve, ni la sombra puede ocultarte.
No duerme tranquila Laurita, sabe que van por ella, es sólo tiempo. Fin.
No comments:
Post a Comment