El viernes pasado, en una presentación de productos y servicios relacionados a la hospitalidad y a la gastronomía en la ciudad de Buenos Aires, tuve la suerte de reencontrarme, una vez más, con un poeta y escritor porteño, hijo de uno de los hombres que mejor supo retratar con su prosa esta maravillosa ciudad.
El encuentro no fue planeado, en realidad mi presencia estaba más ligada a los restaurantes que al hostel, pero el hombre, conocedor del trabajo que realizo a diario en Internet para difundir la actividad que desarrolla el albergue y todo lo que tiene para ofrecer Buenos Aires, a través de este blog, del blog en WP y en el Tumblelog y la intensa actividad que desarrollo en distintas redes sociales, palabras más, palabras menos me dijo lo siguiente: "Lentamente, con imágenes o palabras, te vas convirtiendo en un gran contador de la cotidianeidad porteña..... y Buenos Aires siempre premia".
El encuentro no fue planeado, en realidad mi presencia estaba más ligada a los restaurantes que al hostel, pero el hombre, conocedor del trabajo que realizo a diario en Internet para difundir la actividad que desarrolla el albergue y todo lo que tiene para ofrecer Buenos Aires, a través de este blog, del blog en WP y en el Tumblelog y la intensa actividad que desarrollo en distintas redes sociales, palabras más, palabras menos me dijo lo siguiente: "Lentamente, con imágenes o palabras, te vas convirtiendo en un gran contador de la cotidianeidad porteña..... y Buenos Aires siempre premia".
Vaya elogio. Gracias Homero!
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